A varios (la dedicatoria como texto).
A Víctor Llanos que me enseñó la casa Villa Nurbs. Te lleva por calles laterales de modo que la vayas viendo en el contexto antes de verla de golpe, en toda su intensa y fiera contemporaneidad.
A Manuel Ocaña que ha escrito un texto impresionante sobre la casa.
A Ari Cantis por su capacidad de agitación cultural y por su inteligencia observadora de acontecimientos de alto riesgo y alta novedad.
A Enrique Ruiz por hacer esa joya.
Y a mi mismo por haberle enseñado unas cuantas cosa a Enrique ¿Verdad, Enrique?