A E. Cánovas porque me ha dicho que ésto le ha gustado, y a R. Carver que no sé dónde está.
Escribo de nuevo, tras un tiempo olvidado y demasiado duro para cada uno de nosotros.
Es un tiempo en el que las cosas misteriosas e importantes suceden en nosotros y en nuestro trabajo cada mañana, y a veces no sabemos ni que hacer con ellas.
Es el esfuerzo que pagamos por intentar tener un pensamiento propio, por poder nombrar a las cosas de esa manera especial que añade nuevos datos a los nombres que los otros ya les dieron. Nos gustaría que fuera muy sencillo. Lo parece. Como parece que hace Carver. Pero es muy complicado. Todo es muy complicado. Los poemas de Carver y nuestro trabajo. No ser el “arquitecto del emperador” y trabajar para añadirle nombres a las cosas es muy complicado. Pero ese es el esfuerzo que hace falta para poder tener un pensamiento propio. En la Escuela de Arquitectura de Alicante o en el trabajo como arquitecto. Y eso, creedme, vale realmente la pena.
José Mª Torres Nadal
Navidades del 2006