EL TRABAJO DE ANDRES JAQUE EN LA BIENAL DE VENECIA ( y un triste comentario sobre el Pabellón de España )
La Bienal de Arquitectura de este año, comisariada por Kazuyo Sejima, ha valorado de un modo muy especial lo que la arquitectura tiene de sensorial. El proyecto de Andrés Jaque, colgado en el Pabellón Italiano, nada mas entrar, a la izquierda, era una buena muestra de ello. Una maravillosa representación de la Celebración Ecológica del Conflicto que envuelve al vivir, a la casa, al hogar, cuando este se quiere relacional. Los dibujos explican el conflicto y sus derivas. La pieza lo representa como una exaltación que la gente celebraba y disfrutaba. La ecología era su levedad, la fina construcción de la complejidad de ese conflicto, una delicadeza que quiere ser el contrapunto intencionado a lo rudo, a lo cruel incluso, de las circunstancias políticas, sociales y económicas del momento. Una delicadeza opuesta al impacto visual y hegemónico de una parte de la producción arquitectónica actual. Al lado unos dibujos daban cuenta de ese conflicto, del primero de todos, el lugar donde maduran los sentimientos y las emociones, lo cotidiano, lo más sagrado y lo más profano. Todo en conflicto, todo susceptible de ser un proyecto socialmente útil solo si se entiende como una celebración.
Es una diferencia esencial entre nuestro trabajo y el discurso político, cada vez mas alejado de todo.
Pero Andrés Jaque sabe que todavía, a veces, no es posible darle a la arquitectura la consistencia y la forma definitiva: el tema no está aún maduro, los datos no están completos, el asunto no está cocido. La aparición en nuestro discurso y en nuestro trabajo de figuras eventuales como Entidades Arquitectónicas de Transición, sospecho que va a ser esencial. Porque sobre esas entidades abiertas, susceptibles de ser habladas, pensadas y representadas de un modo continuo, es posible construir arquitecturas que sean un importante factor de cohesión social.
Todo lo contario, por cierto, de la desolada representación del Pabellón de España. No es justo que en un país en el que la arquitectura ha adquirido un grueso cultural tan relevante, en el que el registro de producciones es un arco inmenso entre las arquitecturas mas consolidadas y eficaces hasta aquellas otras más balbuceantes y experimentales, estuviera tan inútilmente representada…. Y dos páginas en el Catalogo General en blanco¡¡…. Mon dieu¡¡ Una desolación extraña e inexplicable.
