Me gustaría explicaros, en esta presentación de esta presentación del curso 2010-2011 a modo de bienvenida, mi punto de vista sobre esta asignatura esencial en la carrera de Arquitectura que es Proyectos Arquitectónicos, en la que algunos ya estáis desde hace años, y en la que otros empezáis por primera vez.
Me he referido a mí punto de vista pero esto no es exacto. Cada vez menos pensamos o hacemos en solitario y desde la nada. La que se ha desarrollado aquí es una situación muy coral que tiene que ver con la creación de una inteligencia colectiva y en la que vosotros y vuestro trabajo ha sido esencial. Ese es vuestro CV, el nuestro, el de cada taller, los ejercicios , los premios, aquello que tenemos. Pero esto no es algo real sino tiene la capacidad de dejarse actualizar por las circunstancias exteriores y que le dan un sentido especial a ese contenido Por eso voy a hablar de ese nuestro/ vuestro trabajo aquí, en este momento y en este curso.
No empezamos desde cero, es obvio. Cada año es un poso que construye el texto sobre el que construir lo siguiente, cada proyecto y cada discurso está en la base del siguiente. Es una manera de proceder con la que nos identificamos porque valora el trabajo del otro como algo que también ha sido hecho para nosotros, como el nuestro está ahí, para ser usado por los otros.
Pero estos criterios generales adquieren en cada momento, una consistencia distinta. Las circunstancias obligan a ver lo que ya tenemos, como un espacio que debe ser revisado, un conocimiento que debe ser actualizado. Por ejemplo en este momento es inevitable revisar las consideraciones y vínculos que hemos establecido hasta ahora desde la docencia hacia los contextos profesionales y los contextos políticos.
Y no solo porque una situación crítica que vivimos nos ha obligado a revisar lo que pensamos y lo que hacemos, sino porque todas esas ideas y esos hechos nos han hecho ver que los vínculos entre los sujetos, experiencias y conocimientos están cambiando. Aceptar que hay una relación entre todo ello que ya no es ni siquiera descentralizada, es aceptar que los vínculos que vamos a establecer con lo otro y con los otros nos “debilitan”, nos quitan parte de esa apariencia de fuerza que tuvimos, nos quitan una entidad adquirida a costa de ser endogámicos.
Esta disminución del poder de lo autónomo tiene especial relevancia en el orden de lo político. Y esta redistribución de prácticas y saberes ha puesto en evidencia dos cuestiones esenciales : 1 la debilidad extrema, y por tanto la inoperancia practica del discurso político, y 2 la importancia, mostrada a veces con gran crudeza, del trabajo como un factor esencial de cohesión social.
La tercera dimensión de la arquitectura es la política afirmo Hedjuk.
La transformación del sentido y contexto del trabajo profesional una cuestión inapelable.
Dos cuestiones que no pueden ser soslayadas en ningún programa que se precie de riguroso.
- Hablar por tanto de cómo reivindicar la construcción de lo político desde lo profesional y desde lo docente, es un acontecimiento extraordinario por su novedad, su ambición y su potencialidad y una tarea esencial y determinante de la agenda sobre la que trabajar.
- Ni la docencia, ni la actividad profesional, ni los trabajos a desarrollar en el mundo de la investigación pueden plantearse, y no pueden por lo tanto cerrarse, sin hacer explícita su proyección política y sin evaluar cuánto y cómo contribuyen a generar estructuras de relación social nuevas, o a generar aportaciones técnicas sustanciales.
Hablar de cuestiones esenciales como la sostenibilidad, las transformaciones celebrativas de los conflictos ecológicos, las implicaciones de situaciones arquitectónicas en las cuestiones medioambientales, nuevas formas para una nueva energía, “la vivienda de nuestra época”, los compromisos docentes, las técnicas y las culturas, etec.etc. es encontrar una manera creativa de abordarlos de modo que den entidad a esta proyección que hace del trabajo profesional un trabajo esencialmente político.
Buscamos la producción de arquitectura en un momento tan potente como frágil y es posible que tengamos que aceptar que parte de nuestro trabajo solo pueden ser en este momento entidades de transición como forma de representación de los conflictos técnicos y sociales y como posición hacia situaciones más avanzadas y más perfectas. Y para que esa producción sea real o sea algo más que sueños que acaban siendo humo, debe aceptarse que nuestro trabajo es por igual un trabajo asentado en la disidencia como comprometido con la edición comunicativa continua de sus contenidos. Esta es una escuela pública y esto que enuncio es un compromiso.
Es esta construcción doble lo único que puede evitar esa creatividad tan fofa, que de un modo tan tan alarmante se ha establecido entre nosotros y que ha hecho que ninguna Universidad Española esté incluida en el Ranking de las 200 mejores Universidades del mundo, publicado este verano, una realidad que ha pasado sin pena ni gloria, sin apenas comentarios, pero que tal vez, en palabras de Vila Matas, sea la única razón de fondo del abandono en el que ha caído la clase política.
Es esta manera de proceder ser disidente del original académico establecido, y ser disidente del modelo profesional y del político, lo que ha dado titulo a nuestro trabajo para este curso. Pero con la misma intensidad con la que reivindicamos la diferencia y el valor de lo propio, buscamos mas que nunca ahora, poder cerrar ciclos en los que una nueva forma de trabajar, de enseñar y de investigar fije las ideas.
De ahí la importancia que tuvo para nosotros los compromisos asumidos el año pasado en torno a a la idea de edición, comunicación , proyección social en Alicante, etc , y convertirlo en un punto de partida irreversible sobre el que construir la experiencia de esta año. He titulado esta conferencia las ideas y los medios consciente de la importancia de las dos cosas, y consciente también de que Alicante es un lugar lleno de ideas pero con escasos medios. Ser consciente de esa realidad es asumir un compromiso con el trabajo técnico y político muy alto y eso es lo que os queremos pedir a partir de ahora.
Qué hacer entonces? Trabajar como hicimos ya el año pasado intentando que la idea de edición nos ayude a seleccionar lo mejor de lo que hemos producido, Evitar que la abundancia de ideas impida ver y fijar las esenciales. Y utilizar la edición como esa especie de autorretrato-critico sobre lo que uno es y sabe como una forma de cerrar y acotar el trabajo para re-construirlo, para que nada quede eternamente abierto, para poder comunicarlo.
Queremos generar situaciones de excelencia como un procedimiento para encontrar lo bueno.Lo que os pedimos a vosotros es que asumáis también este compromiso por la calidad que siempre ha caracterizado parte del trabajo de los alumnos en la Escuela de Arquitectura de Alicante. Es ese trabajo el que me permitió explicar hace unos días en Londres la extraordinaria riqueza de los contenidos que vuestros trabajos nos habían ido proporcionando en proyectos de Arquitectura en Alicante Es una propuesta muy clara que me gustaría resumir aquí en algo así como “”Pensar radical y actuar muy intensamente en un fragmento (aunque sea pequeño) de lo real””.
Y el arte, donde queda el arte? Lo ha explicado Jose Luis Brea antes de dejarnos para siempre este septiembre.
Es un homenaje que quiero rendirle. Era un profesor tan atento en sus formas como avanzado en sus ideas. En en muchas conversaciones, aquí mismo, en esta escuela, nos había ayudado a centrar los contenidos sobre los que teníamos que trabajar. Para él, este último recuerdo.»El arte, pues, contra la vida. Contra esa forma domesticada de vida que repugna en su insuficiencia, en su escisión. Es decir: el arte a favor de la vida, más allá de su separación: incluso contra el propio arte, como separado de la vida. El arte, entonces, como verdadero dispositivo político, antropológico -el arte como función teológica.»
JOSE M. TORRES NADAL
SEPTIEMBRE 2010. LEIDO INAUGURACION DE CURSO 2010-2011 ARQUITECTURA EN ALICANTE