19 de febrero de 2006 Sobre ON SITE: New Architecture in SpainLlegamos con un tiempo casi primaveral, insólito para NY, y salimos de allí, los que pudimos, con una tormenta de nieve que según los partes meteorológicos era la más grande de los últimos 20 años.
Entremedio la inauguración en el MOMA de la Exposición ON SITE.
Cuatro notas y una observación:
1
Exponer en el MOMA no dejaba de producir una emoción intensa. Más de uno recordamos el momento que lo pisamos por primera vez. Estas circunstancias no cambian tu trabajo. A lo sumo lo reafirman. Tan sólo determinan un viaje importante. Y el orgullo y el afecto intenso de los más próximos. Todo lo demás continúa en su sitio, con la misma crudeza, necesitada de la misma concentración y de la misma constancia.
2
Ni un solo político en la exposición. Ni un solo político de nivel nacional y de estado. Ellos sabrán lo que hacen. Pero a nosotros nos toca insistir: nuestra profesión esta realizando un esfuerzo muy importante, insisto muy importante, para que las determinaciones de la cultura arquitectónica sean rigurosa y útiles, para nosotros y para los demás, para hoy y para mañana.
3
El viaje al museo Dia Beacon, río Hudson arriba, con Vicente, Javier, Rosa, Miguel etc., fue un viaje a algo perfecto, sorprendentemente bien hecho. Toda selección entraña un juicio de valor sobre lo que se escoge y sobre lo que se rechaza. Pero el contenido es paradigmático, excepcional. Y entre la radicalidad de unos contenidos y la delicada manera de mostrarlo, lo que hay es un profundo amor y placer por el arte. La bullabesa y las ostras posteriores en el Oyster Bar de Central Station estuvieron a la altura de la visita.
4
La sesión de las conferencias de Columbia que dimos algunos de los que estacamos en la Exposición eran indicativas de la variación entre generaciones y entre arquitecturas de unos conceptos y de un lenguaje: por la mañana se hablaba más de arquitectura y paisaje, y por la tarde más de arquitectura y naturaleza; por la mañana más de construcción y por la tarde más de materia y energía; por la mañana más de función y programa, y por la tarde mas de sociología de la innovación y cómo practicarla. Los papeles de Mark Wigley, ayudado por Jorge Otero, como anfitriones, fueron perfectos.
A
Por un momento tuve la sensación de que la Exposición era el final de algo. Siempre ha habido en un momento determinado y en un espacio determinado, una simultaneidad de líneas de trabajo distintas, de arquitecturas formuladas a través de contenidos casi opuestos Y una exposición no deja de ser una manera de seleccionar algunos de ellos que al exponerlos juntos tratas de verlos como iguales. Esta manera de proceder puede ser una manera agotada de exponer lo que sucede. Se igualan cosas que no lo son, se equiparan cosas que trababan en direcciones distintas, se entiende el resultado como un final y con el valor de una última foto fija.
Pero en las cocinas de la arquitectura española bullen otras cosas. Algunas de las obras allí expuestas pertenecerían más a un futuro que a un presente o a un pasado inmediato. Si la exposición viene a España, habrá que mostrar esa nueva constelación de ideas y de arquitecturas. Algunas son deudoras de sus antecesoras, pero otras, y esto es muy importante, no. Han nacido sin depender de ellas, trabajan con otros ingredientes y buscan producir otras emociones, nuevas y distintas.
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